El liderazgo se
encuentra vinculado de acuerdo con las capacidades que cada persona tiene para así influir en la
mente de las personas, es decir haciendo que el equipo de miembros trabaje con
entusiasmo, aunque la realidad pueda ser diferente, en el logro de metas y
objetivos. En tal sentido, puede decirse que el liderazgo educativo puede
fusionarse en todos sus contextos ya que se puede capacitar a los miembros de
una institución con el fin de que sean capaces de tomar la iniciativa,
gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un grupo o
equipo; por ende el liderazgo es el ejercicio de la actividad que se encuentra
en un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea éste personal, gerencial o
institucional dentro del proceso administrativo de una institución.
Dentro de la sociedad actual donde la
globalización es un elemento que está presente en casi todos los aspectos de la
vida social, y donde cada día los individuos que conforman la sociedad deben
prepararse y ser los mejores en el área en que se desempeñen debido a la
competitividad imperante en los diversos sectores culturales, económicos,
sociales, académicos, políticos, entre otros, por cuanto es necesario que los
sujetos desarrollen actitudes adicionales que lo ayuden a destacarse y poder
llevar a cabo de forma más eficiente y efectiva sus diversos roles.
En consecuencia, en el ámbito educativo, una
de las habilidades determinantes en el éxito de muchos de los miembros que
conforman un comunidad educativa está representada por el liderazgo, esta
habilidad o aptitud es muy positiva tanto para los sujetos como para las
instituciones puesto que la misma es fundamental para alcanzar las metas
individuales y colectivas.
Por lo expuesto, vale decir que hay muchas
definiciones de lo que es el Liderazgo, de hecho existen tantas definiciones
como personas que han intentado dar explicación a la misma, sin embargo se
puede definir muy particularmente el liderazgo
educativo como: el
conjunto de destrezas o habilidades que un individuo puede aprender y
desarrollar, pero el mismo, también es algo que nace con el individuo.
Generalmente el Liderazgo se confunde con el poder y la autoridad ejercida por algunos
de los directivos que dirigen las instituciones educativas, pero esto es
errado, ya que el liderazgo es una habilidad no una imposición, es una destreza
que no necesita de imposición sino que motiva e incita a que los demás miembros
decidan voluntariamente adherirse a las pautas dadas por el líder o director de
la institución.
Por lo antes
señalado en concordancia con el tema del documento de lectura propuesta Northouse (2004), citado
por González M. (2006, p. 86), sostiene
que los líderes tienen características y cualidades especiales innatas que los
distinguen del resto de las personas y que la competencia del líder se
encuentra en el talento y la habilidad para definir situaciones, recolectar
información suficiente, entender problemas y generar un plan para alcanzar una
solución específica.
Por otra parte, Chiavenato (1993)
señala
que el "liderazgo es la influencia interpersonal
ejercida en una situación, dirigida a través del proceso de comunicación humana
a la consecución de uno o diversos objetivos específicos”
(p.24). De ahí que el líder o
directivo de una institución debería ser capaz de motivar a la comunidad educativa
a trabajar en función de la calidad y la excelencia de los procesos de
docencia, investigación y proyección social.
En el mismo orden de
ideas, cabe señalar la investigación de López (2008)
introduce un nuevo elemento, pues intenta confirmar la hipótesis de que la
gestión escolar influye indirectamente en la calidad, en la medida en que
impacta en otros actores, especialmente los docentes.
En síntesis,
definitivamente existe una estrecha vinculación del liderazgo educativo con el
desempeño escolar que hoy dia ejercen los docentes en torno a las actividades
academicas y metas y objetivos propuestos en dirección con la misión y visión
que cada institución se trace. En fin el tema analizado, permite concluir en
que los directivos de las instituciones educativas deben asumir los cambios y a
la vez propiciar cambios que favorezcan la comunidad educativa en general.
BIBLIOGRAFÍA
Chiavenato
I (1993) Introducción a la Teoría
General de la Administración. Editorial. McGraw-Hill. México.
González,
M. (Enero – Marzo 2007). “La Educación y
el Liderazgo Educativo”. Revista Educere. Editorial Universidad de Los
Andes. 36 (73-80). Mérida – Venezuela.
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