MI MENTOR DECÍA, "VAMOS A HACERLO", EN VEZ DE "HÁZLO.". QUÉ PODEROSO ES CUANDO ALGUIEN DICE, "¡VAMOS!". JIM ROHN

sábado, 28 de abril de 2012

EL LIDERAZGO, FACTOR DETERMINANTE PARA MEJORAR EL SISTEMA EDUCATIVO.



Migadalia Aldana migdaz190@gmail.com
Magaly Amarista magamarista@gmail.com
Vita Giattini vitagiattini@gmail.com
Osmar Oliveros osmarol68@gmail.com
Marianna Valero mariannavalero.14@gmail.com


Actualmente, los líderes educativos tienen que asumir los desafíos que el nuevo contexto de las instituciones educativas les impone para garantizar la calidad  no solo de las mismas, sino del sistema educativo en general.
 En ese sentido, Mulford (2006) en su trabajo “Liderazgo para mejorar la calidad de la educación secundaria: algunos desarrollos internacionales”, presenta resultados de investigaciones realizadas por la OECD (Organisation for Economic Co-operation and Development), en el Reino Unido y Australia con la intención de dar respuesta a la necesidad de entender el trabajo de los líderes en las escuelas secundarias que asegure la calidad del sistema educativo de acuerdo con las exigencias de  la sociedad actual y del futuro.
El informe OCED presenta diferentes escenarios sobre la educación del futuro con las respectivas implicaciones para el gobierno y el liderazgo institucional. Con respecto al mantenimiento de la situación actual, resalta un sistema escolar burocratizado y  la falta de profesores.  En torno a la re-escolarización,  describe las escuelas como centros sociales y organizaciones de aprendizaje, que  involucran a las comunidades, la familia y otras instituciones, con un liderazgo distribuido y muchas veces colectivo, para la toma de decisiones. De igual forma la desescolarización se hace presente con un abandono de las escuelas por las redes informáticas, restando valor al proceso educativo, con un liderazgo difuso y confuso, y con poca presencia de las autoridades educativas.  
En el Reino Unido y Australia la educación  es una responsabilidad del Estado, por lo que se ha implementado re-examinar el currículo a través de un proceso de co-construcción, guiado por un conjunto básico de valores, a través de la educación personalizada, y proponiendo una revisión de liderazgo escolar de manera de poder liderar mejoras en el sistema educativo, con equidad y calidad, para construir el capital social comunitario, donde se evidencie el compromiso de los directivos a promocionar la integración entre escuela y comunidad.
En cuanto a los efectos del liderazgo en las instituciones, las investigaciones señalan su  importancia como factor que contribuye tanto al aprendizaje de los alumnos, su participación activa en la toma de decisiones y su compromiso, así como en el aprendizaje organizacional.
Como conclusión establece,  para el mejoramiento de los centros escolares, la importancia de la comunicación que debe tener el líder directivo hacia las comunidades -social, involucrándolas en proyectos en donde se sientan valoradas y reciban apoyo; profesional, a  través del uso de redes, y estudiantil, al compartir valores y vincularse con lo cognitivo y académico.
En el caso venezolano, no se conoce de instituciones que se aboquen a investigar este tema tan importante y los esfuerzos individuales no se divulgan. Sin embargo puede decirse que el estilo de liderazgo que se está ejerciendo en las instituciones de educación media,  es pasivo y poco participativo. El directivo se dedica por lo general, a seguir lineamientos y cumplir funciones, pero no transciende a la comunidad y logra poco impacto, carece de innovación e iniciativa propia y sus resultados dependen de las instrucciones emanadas por organismos superiores. El director también forma parte de la educación de los estudiantes influyendo en los demás miembros de la escuela dedicando tiempo y atención a estas áreas prioritarias.
En cuanto a lo pedagógico y social se necesita un liderazgo de acción colectiva que produzcan cambios significativos  en el educando y en la comunidad. Líderes con competencias y preparación para trabajo eficaz que exige la sociedad
Hace falta personal preparado para  ejercer un liderazgo escolar que tenga capacidades, talentos,  habilidades y pasión por responder a las exigencias de la sociedad en la que urge una buena educación y un liderazgo trasformador.

     En su artículo “El liderazgo educativo y su papel en la mejora: una revisión actual de sus posibilidades y limitaciones”, Bolívar (2010), realiza un estudio comparativo entre España y Chile, enfocándose básicamente en la influencia que tienen los líderes directivos en la enseñanza que imparten los docentes en las aulas de clase, la cual trae como resultado la preparación del estudiantado.
     Inicia la comparación del modelo administrativo-burocrático de la dirección escolar de estos dos países, los cuales  retardan los procesos, presentando déficit en los resultados pedagógicos. Señala que los directores y directoras de los centros educativos deben promover los cambios en las estructuras organizacionales ya establecidas, ya que las prácticas de liderazgo han cambiado en estos últimos años, proponiendo mayor autonomía y responsabilidad por los resultados escolares (Stoll y Temperley, 2009).
    La situación presentada tanto en Chile como en España, refleja la responsabilidad que tienen los directores como líderes educativos, garantizando a los estudiantes el aprendizaje para ser exitosos. Para ello, deben contribuir  en la construcción de una mejora en los centros educativos, creando un clima adecuado, que permita mejorar la práctica docente para lograr un incremento en el aprendizaje de los alumnos. En este caso, se habla de liderazgo educativo o pedagógico y puede decirse que cuando los directores ejercen un destacado liderazgo pedagógico, en general también ejercen un mejor liderazgo administrativo.
      El directivo debe compartir su liderazgo con sus profesores y estudiantes, de manera de ejercer un liderazgo eficaz, es decir aquel  centrado en apoyar, evaluar y desarrollar la calidad docente (Pont et al citado en Bolívar, 2010).
      Entre sus conclusiones señala la necesidad de capacitación específica en los líderes para poder responder a todas las funciones y responsabilidades que le competen en esta nueva sociedad, para ejercer un papel transformador. Así mismo indica  que el modelo de liderazgo pedagógico busca la mejora de la calidad de la enseñanza y del rendimiento estudiantil, asumiéndolo como una función distribuida con formación y actualización en conocimientos y habilidades.
     Dentro del sistema educativo venezolano, actualmente se sigue lineamientos dentro del modelo administrativo burocrático. Si preguntamos ¿Cómo es el liderazgo directivo? La respuesta no lleva a decir que los directivos no asumen el rol de líderes,  en algunos casos se convierten en  cuentadante, pues es la función administrativa la que se considera de relevancia para cumplir con sus superiores, pero en otros, se  presume que se debe a la falta de preparación y desconocimiento en la función que deben cumplir. Lo político-partidista prevalece sobre los aspectos académicos y de formación para la selección o designación de este personal. La falta de incentivos como remuneración  y  de reconocimiento de la labor realizada es otro de los factores que inciden notablemente en el desarrollo de esta función.
     El director debe ser un líder transformador, con una cultura de colaboración, tener empatía con sus profesores y estudiantes, para ello deberían proponerse planes de capacitación o  de formación docente y pedagógica y relaciones humanas.  Debe poseer el perfil con las competencias para ejercer el cargo, así como el sentido de pertenencia con la institución, que le permita mejorar las condiciones del clima organizacional y funcional.

    Por otro lado, Delgado (1996),  en su trabajo “La función de liderazgo de la dirección escolar: una competencia transversal”,  considera  la función directiva como una competencia transversal o clave en la dirección, es decir esta va dirigida a complementar, organizar, mediar, dirigir entre otros,  las competencias más concretas y especificas que se presentan en las organizaciones educativas. Por lo tanto, se pretende la gestión en aras de fomentar la investigación, propiciando en los demás miembros la aptitud y conducta de poseer el perfil y características suficientes en diferentes estándares y estilos.
      La realidad educativa exige cada vez más la contextualización de los líderes educativos, ya que para cada situación en específico es necesario liderar diferentemente a otros, tomando en cuenta el contexto, dinamizando en la solución de las personas. En definitiva, plantea que el liderazgo es una función pues, habla más del liderazgo que del líder, de igual forma indica que es una estrategia, metas organizadas las cuales construyen una visión de la organización. Es compartida, en el sentido que se distribuyen las unidades organizativas, se inserta en la cultura como valores organizacionales y finalmente reside en el grupo influyendo en factores y cualidades personales.
      En este orden cabe señalar, que realizó un análisis comparativo sobre estándares de desempeño de los directores de establecimientos educativos en países como Australia, Escocia, EEUU, Inglaterra y Nueva Zelanda, concluyendo en una propuesta basada en criterios de competencia, tomando en cuenta los siguientes indicadores: conocimientos, habilidades profesionales, desarrollo profesional, administración de recursos humanos, pedagógicos y financieros los cuales dan lugar a un buen nivel de desempeño y actuación. Por lo tanto, la práctica profesional, específicamente de los directores abarca variedad de competencias, las cuales son eficaces, cuando este delega en su personal docente,
     De igual forma es indispensable que el gerente director tenga en consideración tres categorías que debe incluir en su práctica operativa; la misión de la escuela, la gestión de programas educativos, con la intención de controlar y supervisar el progreso de los alumnos y propiciar un clima positivo., lo que permite entender la dirección escolar como un ejercicio de un liderazgo basado en competencias,  clave para  la mejora de los ambientes organizacionales educativos.
De igual forma señala que el líder en su rol debe mantener la comunicación con el personal del equipo, hacer  orientación al trabajo, la visión de la escuela, participar en la enseñanza, formar comisiones, establecer las funciones y la toma de decisiones al evaluar, que los directivos para dar respuestas al liderazgo educativo, tienen que plantear el trabajo como acciones sociales, promover las metas relevantes educativas, fomentar la comunicación y el trabajo, ejecutar proyectos de aprendizaje, articulados con lo proyecto macro, dándole participación a la colectividad en pro de lograr la misión y visión.
En relación con la realidad de hoy  en las instituciones escolares venezolanas, puede decirse que existe escasa unidad entre el personal, discrepancia, conflictos por la  inherencia en las funciones que delegan a los otros compañeros, dedicándose el director a gestionar los recursos, para poder cubrir las necesidades administrativas de la organización. Los proyectos en algunas ocasiones se cumplen debido a las múltiples actividades establecidas por el orden jerárquico. Existe poca comunicación y  ausencia de acuerdos para ejecutar el plan de acción establecido en busca de las mejoras educativas y el rendimiento estudiantil.
Es una prioridad que los líderes escolares cumplan con las competencias, habilidades y vocación en función de la transformación educativa mediante el liderazgo eficaz. Se  considera, que los lideres deben desarrollar todas estas competencias antes mencionadas por el autor, debido a que se necesita personas con carisma y pasión y alto potencial, de manera de fortalecer la misión y la visión de la organización en estos tiempos de globalización, a través del desempeño y vocación. Se requiere gente con sentido de pertenencia, sea congruente lo que dice con lo que habla, no piense en su propio beneficio, sino ayudar a otros hacer el trabajo para que triunfe en el desempeño de su labor.
En el siglo XXI es necesario en el ámbito nacional e internacional, un  líder que sea modelo a seguir por el equipo, que cuente con las características como: dinamismo, valores y estrategias, sembrar el humanismo, trate con diferentes caracteres, se entrena en capacidades, facilite los recursos para el desarrollo de las habilidades del equipo, ejecute estrategias para resolver los problemas y necesidades;  visionario, enseñe al personal desarrolle sus talentos en pro que se conviertan en líderes; liderazgo que debe estar presente en las instituciones educativas  para conquistar la misión y visión.
 El liderazgo  directivo  debe poseer funciones complejas potenciando sus capacidades de análisis y respuestas por los desafíos de la organización, que lo llevan a escalar un nivel más de crecimiento diaria, el cual dejará un legado de humildad y de servicio a las próximas generaciones. El liderazgo visionario incorpora a la comunidad para el logro de los objetivos tantos pedagógicos y mejorar el rendimiento académico y formar en valores morales, éticos, espirituales.
Referencias
Bolívar, A. “El liderazgo educativo y su papel en la mejora: una revisión actual de sus posibilidades y limitaciones”, Psicoperspectivas. Individuo y Sociedad, Vol.9, N°2, Julio-Diciembre, 2010.  Disponible en:  http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/70773/1/La_funcion_de_liderazgo_de_la_direccion_.pdf.  [Consulta: 2012, Abril 27]
_________. “Liderazgo, Mejora y Centros Educativos”,  El liderazgo en educación. 1997. Disponible en:   http://www.educarchile.cl/Userfiles/P0001%5CFile%5CLiderazgo%20y%20mejora.pdf. [Consulta: 2012, Abril 27]
Delgado, M. “La función de liderazgo de la dirección escolar: una competencia transversal”, Enseñanza, 22, 2004. Disponible en:  http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/70773/1/La_funcion_de_liderazgo_de_la_direccion_.pdf . [Consulta: 2012, Abril 27]
Mulford, B. “Liderazgo para mejorar la calidad de la educación secundaria: algunos desarrollos internacionales”, Revista de Curriculum y formación del profesorado, Vol.10 N°1, 2006. Disponible en:  http://www.psicoperspectivas.equipu.cl/index.php/psicoperspectivas/article/viewFile/112/109.  [Consulta: 2012, Abril 27]

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