González, Elis ormides2@gmail.com
Rosales, Yris yrisleo@gmail.com
Tenías, Martín mtenias64@gmail.com
La situación educativa actual venezolana requiere líderes institucionales y educativos que aporten, construyan y adopten una cultura que promueva un trabajo donde prime lo colectivo grupal para formalizar el principio de corresponsabilidad social sobre lo individual; impulsen la igualdad e inclusión con consciencia de la necesidad y bienestar ajenos y compartidos; propicien el orden y estructuración, prevención y certidumbre; equilibren desempeño calificado, resultados y excelencia.
De acuerdo con la definición de la escuela del siglo XXI como una organización abierta a la comunidad, no pueden sus directivos y profesores limitarse al rol de administrador o gestor, sin visión prospectiva a mediano y largo plazo. Motivo por el cual en el marco de la reforma educacional emprendida en América Latina a instancias de la Unesco en los años 90, Bolívar (1997), dice que nos encontramos en un momento de reconceptualización del liderazgo tendiente al ejercicio de las características antes enunciadas y que se resumen en la idea del liderazgo institucional e individual transformacional, participativo e integrador.
Uribe (2005), asume este tema en su complejidad al analizar y sumar a sus observaciones las realizadas por Bolívar (1997), con respecto a la importancia de la formación y desarrollo personal, para poder ejercer el liderazgo en las distintas instancias de la organización educativa por los diferentes líderes. La idea es acabar con los procesos de transmisión de información por la de construcción cognitiva, objeto de reconocimiento permanente que contribuya a que cada persona se convierta en su propio líder, por ende, educativo, institucional y hasta comunitario, con tal de dar respuesta a las distintas necesidades.
Surgen entonces, la corresponsabilidad y coparticipación como respuesta a la tensión cultural, organizacional y educativa generadora de un cambio paradigmático, que esencialmente se plantea la fusión de expectativas, individuales, institucionales y sociales.
Considerando que “la cultura determina el tipo de liderazgo” (Molero, 2002: 54) y que el liderazgo, crea, cambia, personifica e integra culturas, el docente no debe supeditarse al cumplimento estricto de la norma, sino estar abierto a los desafíos permanentes con una actitud activa y prospectiva para la toma de decisiones en cualquier nivel. Si bien, está referido al ámbito empresarial, el Método Gung Ho ilustra cuán determinante es el accionar de cada docente a partir de su propio liderazgo en cuanto a la generación de una cultura institucional, siempre y cuando exista motivación e incentivos significativos hacia el logro y éxito en su desempeño.
Se debe considerar que generar un sentimiento de pertenencia e identificación con la institución, respalda el establecimiento de metas que contribuyan de manera directa en la motivación, habilidades y condiciones de trabajo de los líderes educativos, lo que se traducirá en un ejercicio docente que promueva una cultura donde el desempeño académico de los estudiantes y el éxito institucional estarán garantizados.
Referencias
Bolívar, A. (1997). Liderazgo, mejora y centros educativos. España: Universidad de Granada. En A. Medina (coord.): El liderazgo en educación. (pp. 25-46). Madrid: UNED. Extraído desde: http://www.educarchile.cl/Userfiles/P0001%5CFile%5CLiderazgo%20y%20mejora.pdf [Consulta: 23-03-2012].
Método Gung Ho. Video. Extraído desde: http://www.youtube.com/watch?v=bNsDroLs-yk.
Molero, F. (2002). Cultura y Liderazgo. Una relación multifacética. En: Boletín de Psicología. 76, Noviembre 2002. Pp. 53-75. Extraído desde: http://www.uv.es/seoane/boletin/previos/N76-4.pdf [Consulta: 23-03-2012].
Uribe B. M. (2005). El liderazgo docente en la construcción de la cultura escolar de calidad: un desafío de orden superior. En: Revista PRELAC, Año 1, 1, Julio 2005. UNESCO. Extraído desde: www.galeon.com/documentosmc/liderazgo.pdf [Consulta: 23-03-2012].
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