(Liderazgo,
Poder y Autoridad)
Balza Neida
Hernández Alida
Mejías Gregoria
Quevedo Laureana
Quevedo Laureana
Las
instituciones sin distinción a la función que desarrolle, se enmarcan en un
contexto de constantes avances, que requieren estar inmersos en una economía
con alto grado de competitividad enfatizado en el capital humano.
De tal modo,
que se exige nuevas tendencias para enfrentar los altos niveles de
incertidumbre y cambios acelerados en su organización, por esta razón no pueden
seguir funcionando desde perspectivas individualistas, sino en equipo con
individuos capaces de abordar con creatividad e innovación cualquier situación,
de allí la necesidad de contar con lideres que posean el poder de influir o
mediar entre las personas para que logren aceptar su compromiso y lo asuman
como un reto para el bienestar
colectivo.
Por
consiguiente, la función de los lideres que se requieren en cualquier entornos tienen que ser vistos como un
servidor de sus seguidores, protagonista, gestor, con la función de potenciar
las interrelaciones y generación de expectativas que se deriven de los
participantes, sobre todo creador de un
clima de confianza, donde se logre con el ejemplo y actitud, siempre con la
visión fijada en los objetivos que se tracen.
Bajo esta
misma perspectiva los retos según los cambios de paradigma en las
organizaciones requieren de líderes que puedan adaptarse a los nuevos tiempos
donde el éxito estribe principalmente en demostrar con su carisma, seguridad,
responsabilidad, una buena gestión de tu
propio tiempo, entrega por una buena causa que conlleve a la transformación de
la misma.
Ante este
contexto se requieren de personas que tengan presente la evolución política,
social, económica, tecnológica y legal, en que actúan las organizaciones y su
aplicabilidad, estos deben ser proactivos que valoren y aprovechen el potencial
de cada uno, inspirados todos con una visión compartida, sin considerar la
posición que ocupe en la estructura organizativa. Sin lugar a duda todo
gerente debe tener la capacidad de liderar
su grupo de trabajo, manteniendo motivación, con el
propósito de alcanzar las tareas sin el
descuide de las relaciones humanas,
construyendo su autoridad en base
a la participación,
consecución, organización, para
lograr la satisfacción de las
necesidades de todos los integrantes de la misma.
En este sentido es necesario descubrir al líder como
agente de cambio, con capacidad de gestión para lograr una sinergia en
el equipo de trabajo, no solo para
adaptar estilos de liderazgo, sino
también identificar gerentes que sean lideres, utilizando actitudes
positivas ante sus seguidores, para la transformación que
nos conllevara a evolucionar ante la sociedad que nos converge.
De tal
manera, que el liderazgo depende directamente
de la capacidad de construir de
forma solida nuestra autoridad, y no así
el poder, por lo que se debe buscar
liderar un equipo de trabajo, mediante la aceptación voluntaria de la autoridad del líder por parte del grupo. Por lo que en cualquier contexto la
fuente de aprendizaje más valioso del líder está en la
retroalimentación directa, y a pedir a
otros que evalúen su actuación o
solicitar consejos y opiniones, estos
tomando en cuenta que no son signos de debilidad, por el contrario son
elementos que fortalecerán al líder y a su liderazgo.
Concluyendo
con lo antes expuesto, y haciendo
referencia a la diferencia
entre poder y autoridad, definiciones que en la actualidad siguen vigentes y
tiene mucha aplicabilidad al momento de hablar de liderar un equipo. Madero
(1999), define poder como “la capacidad
de forzar o coaccionar a alguien, pese a no estar de acuerdo, haga tu voluntad
debido a tu posición o tú fuerza”. En la actualidad se evidencian gerentes que utilizan
su poder, estableciendo castigos por no cumplimiento de responsabilidades y
metas trazadas a las personas bajo su cargo, lo cual hace que los funcionarios
hagan sus tareas por temor más que por involucramiento, convicción o gusto, como se ve, en un mundo cambiante y complejo se hace
cada vez más difícil reunir todas las características, virtudes y conocimientos
de un líder.
Pero lejos de buscar
superhéroes, hoy necesitamos líderes hacedores de líderes, quienes con mucha
humildad y grandeza sepan compartir y generar ámbitos de aprendizaje
permanente, con capacidad de consenso. El liderazgo de hoy es compartido y
alternativo, va cambiando de mano de acuerdo al que más sabe y en función de
las necesidades. Y transformaciones de la actual sociedad.
BIBLIOGRAFÍA
González, M. (2007). La Educación
y el Liderazgo Educativo. Revista
Educere. Editorial Universidad de Los Andes. 36
(73-80). Mérida – Venezuela.
Madero, B. (2003). Diferencias y Similitudes entre Liderazgo, Poder y
Autoridad.
Disponible en:
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/ger/podlider.htm.
[Consulta: 2012, Marzo 16].
No hay comentarios:
Publicar un comentario