González,
Elis ormides2@gmail.com
Rosales,
Yris yrisleo@gmail.com
Tenías,
Martín mtenias64@gmail.com
El liderazgo en la institución educativa debe darse en forma integral, considerando sus miembros y los principios que rigen su relación. De acuerdo con Horn y Marfán (2010), en dicho ámbito pueden observarse dos tipos de liderazgo: el institucional y el educativo. El primero reside en el Director, quien debe dirigir la institución hacia el logro y concreción de los fines educativos. El segundo, ejercido por el docente como facilitador del proceso de construcción del conocimiento.
¿Cómo influye el liderazgo
institucional en el liderazgo educativo?
El liderazgo institucional influye en
el otro en la medida que haya intereses comunes que permitan cumplir con los principios
que le sirven de marco a la organización y sus miembros.
Considérese que el fin
último de la educación es la formación de un ser integrado, saludable, inmerso
en un permanente crecimiento y transformación interior orientados hacia el
desarrollo y ejercicio del liderazgo individual. De allí que para formar
personas se necesitan líderes
a cargo de ese proceso, y quien
mejor que los propios docentes
estimulados por el cuerpo directivo, los que asuman
esa tarea en su interacción con los estudiantes.
En una institución
educativa pueden reconocerse líderes estudiantiles, académicos, obreros, directivos.
De todos, este último será el líder institucional, siempre y cuando su acción
lo haga objeto de reconocimiento como un profesional apto para la
administración y la gerencia, una persona con estabilidad emocional y maestría comunicacional,
que genere un clima compartido de participación y movilización, en pro del
logro de objetivos y metas comunes.
A partir de los aspectos
señalados puede hablarse de liderazgo participativo, pues la autoridad estaría dada
más allá de lo estatutario. Su influencia y logros, centrados en la actividad
docente y éxitos colectivos acordes con la naturaleza de la institución que se
dirige, trascenderían lo institucional.
Por eso, para que un director
sea líder institucional, más que dirigente, debe poseer:
·
Conocimientos del
personal a su cargo, que le permita reconocer las fortalezas y debilidades, con
el fin de involucrarlo, involucrarse con éste, delegar funciones y motivarlo
constantemente.
·
Conocimientos de la
práctica docente a fin de evaluar el impacto de la acción de los líderes
educativos en el logro académico, así tomar los correctivos necesarios o
brindar orientaciones.
·
Conocimientos de las teorías
educativas y de dirección en el ámbito educativo. Lo cual le permitirá proceder
en el marco de la ciencia.
·
Conocimientos de modelos
y técnicas de investigación en el área educativa. Gracias a esto, podrá
innovar, actualizar y mantener una formación permanente propia y de los
involucrados en la realidad organizacional.
No obstante, las perspectivas, posibilidades y
proyectos de reforma o transformación de la educación, no conceden un papel al
liderazgo institucional, (como ocurre en Venezuela en el caso de las
universidades experimentales). Una reforma depende no tanto de leyes, estatutos
o idearios nacionales, sino de las funciones que ejerzan el directivo y cuerpo
docente como líderes institucionales y educativos de acuerdo con las
necesidades del entorno. Esto ya era afirmado por Semprúm y Fuenmayor (2007), en
su investigación sobre liderazgo educativo.
Fortalecer
el liderazgo institucional teniendo en cuenta el perfil cualitativo y evitando la
designación de autoridades por el Estado en lugar de su escogencia por los
miembros de la institución, favorecerá efectivamente la materialización de
cualquier reforma o transformación. Se debe considerar que el sentimiento de
pertenencia e identificación con la institución, coadyuva al establecimiento de
metas que contribuyan de manera directa en la motivación, habilidades y
condiciones de trabajo de los líderes educativos, lo que se traducirá en un ejercicio
docente que promueva el desempeño académico de los estudiantes y el éxito institucional.
Referencias
Horn, A., Marfan, J. (2010).
Relación entre liderazgo educativo y desempeño escolar: Revisión de la
investigación en chile. Psicoperspectivas, 9 (2), 82-104. Extraído desde:
http://www.psicoperspectivas.cl. Consulta: 12-03-2012.
Madero, B. (2011). Diferencia y
similitudes entre liderazgo, poder y autoridad. (Adaptado a Venezuela). Ensayo.
Extraído desde: http://desarrollogerencialyliderazgouft.blogspot.com/2011/11/diferencia-y-similitudes-entre.html.
Consulta: 12-03-2012.
Levy, D. (1997). El liderazgo institucional y su papel en la
reforma de la educación superior. En: Revista mexicana de investigación
educativa. (4) 2 Julio-Dic. México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa
A.C. pp. 205-221. Extraído desde: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/140/14000402.pdf
Consulta: 12-03-2012.
Semprúm, R. y Fuenmayor, J. (2007). Un genuino estilo de
liderazgo educativo: ¿una realidad o una ficción institucional? En: Laurus. (13) Año 13, 023. Caracas:
Universidad Pedagógica Experimental Libertador. pp. 350-380. Extraído desde: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/761/76102318.pdf
Consulta: 12-03-2012.
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