EL
LIDERAZGO, FACTOR DETERMINANTE PARA MEJORAR EL SISTEMA EDUCATIVO.
Migadalia Aldana migdaz190@gmail.com
Magaly Amarista magamarista@gmail.com
Vita Giattini vitagiattini@gmail.com
Osmar Oliveros osmarol68@gmail.com
Marianna Valero mariannavalero.14@gmail.com
Actualmente, los líderes
educativos tienen que asumir los desafíos que el nuevo contexto de las
instituciones educativas les impone para garantizar la calidad no solo de las mismas, sino del sistema
educativo en general.
En ese sentido, Mulford (2006) en su trabajo “Liderazgo
para mejorar la calidad de la educación secundaria: algunos desarrollos
internacionales”, presenta resultados de investigaciones realizadas por la OECD
(Organisation for Economic Co-operation and Development), en el Reino Unido y Australia
con la intención de dar respuesta a la
necesidad de entender el trabajo de los líderes en las escuelas secundarias que
asegure la calidad del sistema educativo de acuerdo con las exigencias de la sociedad actual y del futuro.
El informe OCED presenta diferentes
escenarios sobre la educación del futuro con las respectivas implicaciones para
el gobierno y el liderazgo institucional. Con respecto al mantenimiento de la
situación actual, resalta un sistema escolar burocratizado y la falta de profesores. En torno a la re-escolarización, describe las escuelas como centros sociales y
organizaciones de aprendizaje, que
involucran a las comunidades, la familia y otras instituciones, con un liderazgo
distribuido y muchas veces colectivo, para la toma de decisiones. De igual
forma la desescolarización se hace presente con un abandono de las escuelas por
las redes informáticas, restando valor al proceso educativo, con un liderazgo
difuso y confuso, y con poca presencia de las autoridades educativas.
En el Reino Unido y
Australia la educación es una
responsabilidad del Estado, por lo que se ha implementado re-examinar el
currículo a través de un proceso de co-construcción, guiado por un conjunto básico
de valores, a través de la educación personalizada, y proponiendo una revisión
de liderazgo escolar de manera de poder liderar mejoras en el sistema
educativo, con equidad y calidad, para construir el capital social comunitario,
donde se evidencie el compromiso de los directivos a promocionar la integración
entre escuela y comunidad.
En cuanto a los efectos del
liderazgo en las instituciones, las investigaciones señalan su importancia como factor que contribuye tanto
al aprendizaje de los alumnos, su participación activa en la toma de decisiones
y su compromiso, así como en el aprendizaje organizacional.
Como conclusión
establece, para el mejoramiento de los
centros escolares, la importancia de la comunicación que debe tener el líder
directivo hacia las comunidades -social, involucrándolas en proyectos en donde
se sientan valoradas y reciban apoyo; profesional, a través del uso de redes, y estudiantil, al compartir
valores y vincularse con lo cognitivo y académico.
En el caso venezolano, no se
conoce de instituciones que se aboquen a investigar este tema tan importante y
los esfuerzos individuales no se divulgan. Sin embargo puede decirse que el
estilo de liderazgo que se está ejerciendo en las instituciones de educación
media, es pasivo y poco participativo.
El directivo se dedica por lo general, a seguir lineamientos y cumplir
funciones, pero no transciende a la comunidad y logra poco impacto, carece de
innovación e iniciativa propia y sus resultados dependen de las instrucciones
emanadas por organismos superiores. El director también forma parte de la
educación de los estudiantes influyendo en los demás miembros de la escuela
dedicando tiempo y atención a estas áreas prioritarias.
En cuanto a lo pedagógico y
social se necesita un liderazgo de acción colectiva que produzcan cambios
significativos en el educando y en la
comunidad. Líderes con competencias y preparación para trabajo eficaz que exige
la sociedad
Hace falta personal
preparado para ejercer un liderazgo
escolar que tenga capacidades, talentos, habilidades y pasión por responder a las
exigencias de la sociedad en la que urge una buena educación y un liderazgo
trasformador.
En su artículo “El
liderazgo educativo y su papel en la mejora: una revisión actual de sus posibilidades
y limitaciones”, Bolívar (2010), realiza un estudio comparativo entre España y
Chile, enfocándose básicamente en la influencia que tienen los líderes
directivos en la enseñanza que imparten los docentes en las aulas de clase, la
cual trae como resultado la preparación del estudiantado.
Inicia la comparación del
modelo administrativo-burocrático de la dirección escolar de estos dos países,
los cuales retardan los procesos,
presentando déficit en los resultados pedagógicos. Señala que los directores y
directoras de los centros educativos deben promover los cambios en las
estructuras organizacionales ya establecidas, ya que las prácticas de liderazgo
han cambiado en estos últimos años, proponiendo mayor autonomía y
responsabilidad por los resultados escolares (Stoll y Temperley, 2009).
La situación presentada
tanto en Chile como en España, refleja la responsabilidad que tienen los
directores como líderes educativos, garantizando a los estudiantes el
aprendizaje para ser exitosos. Para ello, deben contribuir en la construcción de una mejora en los
centros educativos, creando un clima adecuado, que permita mejorar la práctica
docente para lograr un incremento en el aprendizaje de los alumnos. En
este caso, se habla de liderazgo educativo o pedagógico y puede decirse que
cuando los directores ejercen un destacado liderazgo pedagógico, en general
también ejercen un mejor liderazgo administrativo.
El directivo debe compartir su liderazgo con
sus profesores y estudiantes, de manera de ejercer un liderazgo eficaz, es
decir aquel centrado en apoyar, evaluar
y desarrollar la calidad docente (Pont et al citado en Bolívar, 2010).
Entre sus conclusiones señala la necesidad de
capacitación específica en los líderes para poder responder a todas las
funciones y responsabilidades que le competen en esta nueva sociedad, para
ejercer un papel transformador. Así mismo indica que el modelo de liderazgo pedagógico busca
la mejora de la calidad de la enseñanza y del rendimiento estudiantil,
asumiéndolo como una función distribuida con formación y actualización en
conocimientos y habilidades.
Dentro del sistema educativo venezolano,
actualmente se sigue lineamientos dentro del modelo administrativo burocrático.
Si preguntamos ¿Cómo es el liderazgo directivo? La respuesta no lleva a decir
que los directivos no asumen el rol de líderes,
en algunos casos se convierten en
cuentadante, pues es la función administrativa la que se considera de
relevancia para cumplir con sus superiores, pero en otros, se presume que se debe a la falta de preparación
y desconocimiento en la función que deben cumplir. Lo político-partidista
prevalece sobre los aspectos académicos y de formación para la selección o
designación de este personal. La falta de incentivos como remuneración y de
reconocimiento de la labor realizada es otro de los factores que inciden notablemente
en el desarrollo de esta función.
El director debe ser un líder transformador,
con una cultura de colaboración, tener empatía con sus profesores y
estudiantes, para ello deberían proponerse planes de capacitación o de formación docente y pedagógica y
relaciones humanas. Debe poseer el
perfil con las competencias para ejercer el cargo, así como el sentido de
pertenencia con la institución, que le permita mejorar las condiciones del
clima organizacional y funcional.
Por otro lado, Delgado (1996), en su trabajo “La función de liderazgo de la
dirección escolar: una competencia transversal”, considera
la función directiva como una competencia transversal o clave en la
dirección, es decir esta va dirigida a complementar, organizar,
mediar, dirigir entre otros, las
competencias más concretas y especificas que se presentan en las organizaciones
educativas. Por lo tanto, se pretende la gestión en aras de fomentar la
investigación, propiciando en los demás miembros la aptitud y conducta de
poseer el perfil y características suficientes en diferentes estándares y estilos.
La realidad educativa exige cada vez más la
contextualización de los líderes educativos, ya que para cada situación en específico
es necesario liderar diferentemente a otros, tomando en cuenta el contexto,
dinamizando en la solución de las personas. En definitiva, plantea que el
liderazgo es una función pues, habla más del liderazgo que del líder, de igual
forma indica que es una estrategia, metas organizadas las cuales construyen una
visión de la organización. Es compartida, en el sentido que se distribuyen las
unidades organizativas, se inserta en la cultura como valores organizacionales
y finalmente reside en el grupo influyendo en factores y cualidades personales.
En este orden cabe señalar, que realizó un
análisis comparativo sobre estándares de desempeño de los directores de
establecimientos educativos en países como Australia, Escocia, EEUU, Inglaterra
y Nueva Zelanda, concluyendo en una propuesta basada en criterios de
competencia, tomando en cuenta los siguientes indicadores: conocimientos, habilidades
profesionales, desarrollo profesional, administración de recursos humanos,
pedagógicos y financieros los cuales dan lugar a un buen nivel de desempeño y actuación.
Por lo tanto, la práctica profesional, específicamente de los directores abarca
variedad de competencias, las cuales son eficaces, cuando este delega en su
personal docente,
De igual forma es indispensable que el
gerente director tenga en consideración tres categorías que debe incluir en su
práctica operativa; la misión de la escuela, la gestión de programas
educativos, con la intención de controlar y supervisar el progreso de los
alumnos y propiciar un clima positivo., lo que permite entender la dirección
escolar como un ejercicio de un liderazgo basado en competencias, clave para
la mejora de los ambientes organizacionales educativos.
De igual forma señala que el
líder en su rol debe mantener la comunicación con el personal del equipo,
hacer orientación al trabajo, la visión
de la escuela, participar en la enseñanza, formar comisiones, establecer las
funciones y la toma de decisiones al evaluar, que los directivos para dar
respuestas al liderazgo educativo, tienen que plantear el trabajo como acciones
sociales, promover las metas relevantes educativas, fomentar la comunicación y
el trabajo, ejecutar proyectos de aprendizaje, articulados con lo proyecto
macro, dándole participación a la colectividad en pro de lograr la misión y
visión.
En relación con la realidad
de hoy en las instituciones escolares
venezolanas, puede decirse que existe escasa unidad entre el personal,
discrepancia, conflictos por la inherencia
en las funciones que delegan a los otros compañeros, dedicándose el director a
gestionar los recursos, para poder cubrir las necesidades administrativas de la
organización. Los proyectos en algunas ocasiones se cumplen debido a las
múltiples actividades establecidas por el orden jerárquico. Existe poca
comunicación y ausencia de acuerdos para
ejecutar el plan de acción establecido en busca de las mejoras educativas y el
rendimiento estudiantil.
Es una prioridad que los líderes
escolares cumplan con las competencias, habilidades y vocación en función de la
transformación educativa mediante el liderazgo eficaz. Se considera, que los lideres deben desarrollar
todas estas competencias antes mencionadas por el autor, debido a que se
necesita personas con carisma y pasión y alto potencial, de manera de
fortalecer la misión y la visión de la organización en estos tiempos de
globalización, a través del desempeño y vocación. Se requiere gente con sentido
de pertenencia, sea congruente lo que dice con lo que habla, no piense en su
propio beneficio, sino ayudar a otros hacer el trabajo para que triunfe en el
desempeño de su labor.
En el siglo XXI es necesario
en el ámbito nacional e internacional, un
líder que sea modelo a seguir por el equipo, que cuente con las
características como: dinamismo, valores y estrategias, sembrar el humanismo,
trate con diferentes caracteres, se entrena en capacidades, facilite los
recursos para el desarrollo de las habilidades del equipo, ejecute estrategias
para resolver los problemas y necesidades;
visionario, enseñe al personal desarrolle sus talentos en pro que se
conviertan en líderes; liderazgo que debe estar presente en las instituciones
educativas para conquistar la misión y
visión.
El liderazgo
directivo debe poseer funciones
complejas potenciando sus capacidades de análisis y respuestas por los desafíos
de la organización, que lo llevan a escalar un nivel más de crecimiento diaria,
el cual dejará un legado de humildad y de servicio a las próximas generaciones.
El liderazgo visionario incorpora a la comunidad para el logro de los objetivos
tantos pedagógicos y mejorar el rendimiento académico y formar en valores
morales, éticos, espirituales.
Referencias
Bolívar, A. “El liderazgo
educativo y su papel en la mejora: una revisión actual de sus posibilidades y
limitaciones”, Psicoperspectivas. Individuo y Sociedad, Vol.9, N°2,
Julio-Diciembre, 2010. Disponible
en: http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/70773/1/La_funcion_de_liderazgo_de_la_direccion_.pdf. [Consulta: 2012, Abril 27]
_________. “Liderazgo,
Mejora y Centros Educativos”, El
liderazgo en educación. 1997. Disponible en:
http://www.educarchile.cl/Userfiles/P0001%5CFile%5CLiderazgo%20y%20mejora.pdf. [Consulta: 2012, Abril
27]
Delgado, M. “La función
de liderazgo de la dirección escolar: una competencia transversal”, Enseñanza,
22, 2004. Disponible en: http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/70773/1/La_funcion_de_liderazgo_de_la_direccion_.pdf . [Consulta: 2012, Abril
27]
Mulford, B. “Liderazgo
para mejorar la calidad de la educación secundaria: algunos desarrollos
internacionales”, Revista de Curriculum y formación del profesorado, Vol.10 N°1,
2006. Disponible en: http://www.psicoperspectivas.equipu.cl/index.php/psicoperspectivas/article/viewFile/112/109. [Consulta: 2012, Abril 27]
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